UNA EXPERIENCIA SALVAJE, INTENSA Y MAMIFERA
Hola amigas!!! Tania nos envía el relato del nacimiento de su hermoso bebé Lucas. Estos relatos son un regalo para todas las mujeres que han sido o van a ser mamis, pues comparten esos momentos tan íntimos, poderosos, intensos, a veces complicados, pero siempre mágicos que envuelven la llegada a la vida de los bebés.
Sin más preámbulo os dejo con su historia. Podéis ver a Lucas en la foto. A qué es precioso?
Gracias Tania por compartir esta parte tan importante de tu vida con nosotras.
"Probablemente no fue un parto común,
supongo que no es habitual estar 11 horas intentando ayudar a ese
ser que tanto imaginaste y que lo tuviste más de 10 meses dentro de
mí a que comience a vivir separado de ti.
Fue duro, no lo niego, aveces la puerta
de la vida solo esta entreabierta y ese ser que vive dentro de ti no
siente la señal del inicio del viaje.
Al principio las contracciones eran tan
ligeras que apenas las sentía, pero a medida que transcurrían los
minutos esperando para que esa famosa puerta dilatara, la intensidad
se manifestaba. Esas olas venían con fuerza y la respiración y
concentración fueron vitales para concentrarme en pensar en otra
cosa que no fuera el intenso dolor, pues hay que ser realista doler
duele, pero ese lado mamífero que tenemos dentro y que normalmente
no sabemos que está dentro de ti sale a relucir y te da esa fuerza
para seguir empujando para que la cabeza de esa nueva vida este en la
distancia adecuada para que te puedan ayudar a guiarle.
Tres horas de esfuerzo , con un cambio
de turno que hizo que la matrona que inicialmente nos atendía
terminara su jornada y viniera una nueva, que tras un saludo inicial
y una agradable presentación empatizó con ambos desde el principio.
Marina, nunca olvidare tu nombre ni tu manera de ayudarnos tras tres
horas de esfuerzo con el aliento de mi pareja que me abanicaba,
animaba y me daba la mano mirándome con mirada cómplice entendiendo
con empatía lo bien que lo estás haciendo a pesar de que pasen las
horas sin muchos avances ni novedades solo se reflejaba el esfuerzo y
el cansancio de estar dándolo todo y ver la meta tan lejos con esa
idea planeando por tu cabeza, no puedo más recuerdo que repetía
en ocasiones, hasta que algo en mi hizo clic, en ese momento te dice
la matrona que tras 8 horas de esfuerzo y con la posibilidad real de
la cesárea a la vista algo avanza y es el momento de abandonar esa
pequeña habitación y desplazarnos a la sala de partos vulgarmente
conocido como quirófano, para que un ejército de profesionales
compuesto por ginecólogos, enfermeras, la matrona y la supervisora
que se arremangaron todos a una con un objetivo común dar vida
evitando el bisturí.
Esta si que ya era la recta final de
esa larga maratón y la fuerza de la reserva de energía que todas
tenemos se encendía pero a pesar de saber que me podía quedar sin
gasolina comenzó el viaje hacia la vida. Mirando hacia el cielo con un antebrazo
tras otro encima de mi vientre para ayudarme a darlo todo y seguir
empujando, con la energía extra de ver a mi pareja con un chute de
adrenalina al ver como asomaban esos pelos de mi bebe Lucas que ya
asomaban por la puerta y te transmite esa energía solo con ver su
cara al pedirte que sigas luchando que esto se terminaba y ese sueño
que durante años fuimos construyendo en nuestra mente de formar una
familia se iba a cumplir y a pesar de estar sin apenas poderte
mover tras el esfuerzo lo das todo sin pensar en nada más.
Empezaba la vida, sale la cabecita de
Lucas, de mi príncipe y comienza a generarse una atmósfera increíble
en la sala en una fusión mágica de profesionales allí presentes,
mi pareja, yo misma y mi bebe, éramos los protagonistas cuando
empezaba a salir de mi vientre mi vida, una nueva vida que hace que
la tuya vuelva a cobrar más sentido, por fin se termina mi esfuerzo
y me ponen a mi príncipe encima con una descripción indescriptible
de amor eterno.
El papi lo ve todo y corta el cordón,
se emociona por la situación tan mágica al ver a su sueño encima
mía y lo que parecía a ser un momento idílico por un momento se
vuelve a complicar cuando mi útero después de tanto tiempo dilatado
no se contraía ni volvía a su posición normal y de nuevo esos
profesionales corriendo para intentar solucionar la situación cuando
ya prácticamente estaban abandonando la sala.
Al final todo volvió a su sitio y tras
los puntos ocasionados por la salida de algo tan grande y no solo por
su tamaño todo volvía a fluir, de nuevo se respiraba tranquilidad y
sobretodo se respiraba vida.
LUCAS DELGADO GIL 24-03-2017
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