miércoles, 26 de febrero de 2014

EL NACIMIENTO DE DARIO

Hola amigas!!!
Una vez más estoy encantada de compartir con vosotras otro hermoso relato del nacimiento de un Bebé Luna. En este caso se trata del nacimiento de DARÍO.
MÓNICA, nos cuenta su historia más querida, tierna y emotiva. La historia de la llegada al mundo del gran amor de su vida: SU HIJO.
Espero que os guste y os ayude a empoderaros como mujeres y como madres.
Mónica escogió parir a su bebé de manera natural y sin epidural, en la sanidad pública, en Vila-real, en el Hospital de La Plana
Gracias Mónica por compartir un pedacito de tu vida con todas nosotras.
Consuelo. Centre Lluna


"He de decir que me pasé todo el proceso de antes de quedarme embarazada proyectando que todo iba a salir bien. Me quedé a la primera y luego durante el embarazo me decía: voy a tener un bebé sano, bueno, encantador, alegre y hermoso por dentro y por fuera. Y justo ese bebé me eligió a mi.

Después de un estupendo embarazo, sin molestias, estrías y sin todas esas cosas supuestamente malas que te dicen que pueden suceder pero que afortunadamente no siempre pasan llegó el gran día.

Los días anteriores al parto fuimos a urgencias un par de veces. 

La primera vez fuimos porque tenía contracciones. Conté la frecuencia y aunque eran poco dolorosas decidimos ir al hospital. Allí me dijeron que efectivamente eran contracciones, pero que si fueran de parto serían más fuertes y el dolor más intenso.

La segunda vez fue después de una visita a monitores. Como pasada la fecha prevista para el nacimiento de Darío (el 9 de diciembre) todavía no había perdido el tapón, cuando fui a monitores, la ginecóloga me estimuló para agilizar el proceso, y dos días después durante unas horas empecé a sangrar muy rojo. Me asusté y fuimos de nuevo a urgencias. Una vez allí me dijeron que era normal, y que todavía no era el momento.

La madrugada del jueves 12 ya empecé a levantarme con cierto dolor, teniendo que ir al baño repetidas veces. No pude descansar demasiado. Estuve en casa haciendo cosas, con música, con la pelota, distrayéndome con Internet... 
El dolor empezaba a intensificarse pero era soportable, llamé a mi hermano que era la persona que yo había escogido para que estuviera conmigo en el parto, y le dije que no estaba segura de si era el momento pero que estuviese preparado por si acaso.

Llamé a una amiga, mamá de tres preciosos niños, le expliqué lo que me pasaba y me aconsejó meterme en la bañera con agua caliente. Si no disminuía la frecuencia de las contracciones y el dolor, era que había empezado el proceso del parto. Así que sobre las 14:00 nos fuimos al hospital. Estaba tranquila y calmada.

Nunca he tenido miedo al parto. Por muchas cosas malas que me hayan podido decir, tenía claro que quería un parto natural (sin epidural).

A la llegada al hospital el celador ya nos hizo reir. Hicimos el recorrido por tercera vez, esta vez muy sonriente, acordándome de las palabras de Consu: oxitocina, oxitocina...

Entré en partos, me atendió Lourdes, una chica sonriente muy amable. Estaba dilatada de 5 cm. Nos quedábamos. Me pusieron las correas y me dijo: "desprendes una felicidad", sonriéndole le dije: no te imaginas las ganas que tengo de ver a mi bebé.

Nos dieron habitación, me dejaron la pelota. Me metí en la ducha con agua caliente, (me lo recomendó la matrona) y cuando las contracciones fueron cada tres minutos entramos en la sala de dilatación. Me ofrecieron el gas y la verdad es que me ayudó a suavizar el dolor. También me ofrecieron la bañera y acepté enseguida.

La habitación de la bañera es muy bonita, con música ambiental, luz regulable, estuve casi las dos horas (que es el máximo que te dejan) dentro del agua. Entre ola uterina y ola uterina (contracciones) me dormía. Algunas eran tan intensas como un día de tormenta y le dije a mi hermano sonriendo: Vaya con el parto natural!!!

Me dieron agua para que no me deshidratara, ya que dentro de la bañera, con el agua caliente y además la calefacción, sudas más, y para mi sorpresa, nos quedamos allí en lugar de entrar en paritorio. Todavía no había roto la bolsa y la dilatación no avanzaba. Tenía un poco inflamado el cuello del útero y la bolsa estaba alta. Pedí que me rompieran la bolsa pero los matrones decidieron esperar un poco más.

Terminaron rompiéndola y me pusieron tumbada sobre el lado derecho con la pierna izquierda levantada apoyada en el reposapiés de la cama. Rota la bolsa las olas uterinas eran muchísimo más intensas, casi no me daba tiempo de coger el gas. Entró Lourdes a despedirse porque terminaba su turno.

La respiración, durante el trabajo del parto, me salió de forma natural. Jairo, el matrón que estuvo conmigo durante el nacimiento, me indicó cuando empujar y cuando parar. 
Al principio me dijo que no empujara, pero mi cuerpo lo hacía sin yo poderlo controlar. Me indicó cuando tenía que empujar acompañando la ola para aprovechar su fuerza. Había un trocito que no me llegaban las fuerzas para el pujo y el bebé retrocedía. 

Cuando empecé a pensar que no podía más por el cansancio,  dos pujos más. Cuando la cabecita estaba a punto de asomar el matrón me puso vaselina, otro empujoncito y allí estaba Darío, a la 01:35 de la madrugada del viernes 13, encima de mi, al poco llorando, y yo, con todo mi amor, trataba de calmarle diciéndole que ya estaba....
Lo pusimos piel con piel y después de que su tío le cortase el cordón (lo donamos) se puso a mamar. Yo no lloré, estaba feliz y sonriente de poder verle y tocarle por primera vez.
La expulsión de la placenta fue indolora y sólo me pusieron dos puntos internos. Era como un rasguño bastante superficial y un poco de herida en la parte externa que no requería puntos.

En la última sesión de hipnoparto que hicimos en clase, visualicé que tenía a mi bebé no en el paritorio, sino en una habitación, y eso fue realmente lo que pasó, ya que lo tuve en la habitación de la bañera. Mi bebé eligió el momento oportuno. Si hubiésemos ido al Hospital el día de antes, nos habrían enviado al de Castellón porque estaban sin camas libres. 
Todo llega en el momento adecuado. 

Por cierto, a todas las que estáis embarazadas os recomiendo que practiquéis de manera regular el masaje perineal y además que tengáis durante TODO el embarazo y preparación al parto pensamientos positivos y a tí Consu, muchas gracias por todos los consejos que nos das en la Luna.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.