sábado, 29 de marzo de 2014

EL NACIMIENTO DE DANIELA CONTADO POR MAMÁ

Hola amigas!!!

Quiero compartir con vosotras el relato del nacimiento de DANIELA.
Todos los relatos que publico en este BLOG son especiales para mí, y éste lo es por partida doble.
Es un relato que está contado dos veces. Nos lo cuenta DIANA tal y como lo vivió en su papel de MADRE, y nos lo cuenta su marido, tal y como lo vivió en su papel de PADRE.
Gracias a los dos, porque con vuestro relato conoceremos también la vivencia del nacimiento de un hijo desde el corazón del padre, del que se olvida muchas veces el importante papel de apoyo que puede llegar a desempeñar en el momento del parto.
Gracias Diana por creer en ti, confiar en la sabiduría de tu cuerpo y ofrecerme el regalo de acompañarte durante tu embarazo del que guardo como sello inconfundible tu imborrable sonrisa.

Consuelo. Centre Lluna
https://www.centrelluna.com/



"...El pasado 16 de febrero mi princesita hizo un añito e inevitablemente me vino a la cabeza el primer momento en que la tuve entre mis brazos, ese instante que ninguna madre olvidaremos nunca. Y como le prometí a Consu que contaría mi parto, aquí tenéis mi relato.

Rompí aguas en casa a las 6.30h de la madrugada y tranquilamente desperté a mi marido y, tras un buen desayuno y una ducha, nos fuimos al hospital. Cuando llegamos me pusieron los monitores y se asustaron porque cuando tenía una contracción fuerte, a mi bebé le bajaban las pulsaciones, así que me habilitaron una sala de dilatación, me monitorizaron y me pusieron una vía. En esta sala me pasaría las próximas 17h que duró el parto, siempre pendiente de los latidos de Daniela y todo el día en ayunas por si me tenían que practicar una cesárea de urgencia.

Pasaba el tiempo y dilataba muy poco a poco, aunque la dinámica de las contracciones era buena, pero escuchando la música relajante que me había preparado, manteniendo la calma, controlando mucho la respiración en las contracciones y con el apoyo de mi marido, lo llevé muy bien. ¡Qué importante es estar tranquila y respirar bien! Es verdad que llegas a sentir la mitad del dolor. Apoyada sobre la pelota y mi marido haciéndome un masaje en las lumbares, casi me dormía entre contracciones.

Daniela no colocaba bien la cabeza y por eso no acababa de dilatar, así que me pusieron oxitocina, me mantearon, hacía movimientos de pelvis, me puse en todas las posturas… pero nada. Me llegaron a hacer hasta tres pruebas de PH (con una aguja le pinchan en la cabeza al bebé y le extraen sangre para analizarla y saber el oxígeno que le está llegando y si puede seguir aguantando el parto) y todas me salían perfectas, Daniela estaba aguantando como una campeona, ella sabía que su mamá deseaba un parto natural para el que me había preparado física y psicológicamente. No quería acabar en cesárea, soñaba con ese instante de cogerla entre mis brazos y darle el pecho nada más nacer. Si después de un día entero de contracciones, pruebas, sin comer y agotada, me meten a quirófano, me habría derrumbado.

Pero yo siempre he pensado que si deseas algo con todas tus fuerzas, se acaba cumpliendo. Así que casi a las 12 de la noche, cuando aún me quedaba por dilatar un centímetro porque no conseguíamos que mi bebé pusiera bien la cabeza, y mi marido ya había salido a avisar a la familia que seguramente me iban a meter a quirófano (llevaba desde las 8 de la mañana de parto), les dije que quería agotar todas las posibilidades, que quería probar a empujar igual. Me mareaba y veía doble cada vez que hacía fuerza (parte por el agotamiento, parte por los fármacos que te ponen para dilatar y la fiebre que me subió) pero seguí porque quería conseguirlo, y, tras 10 minutos dándolo todo…¡se encajó! Y me dijeron que podía ser parto natural, que quedaba todo el expulsivo, pero eso ya me daba igual, ¡lo había conseguido! La familia, que estaba en la sala de espera, nos dijo, que al enterarse, lo celebraron como si su equipo hubiese ganado la Champions; jeje

Tras una hora de expulsivo, que se hizo eterna (ya no sé de dónde sacaba las fuerzas para empujar), allí estaba ELLA, la cosita más bonita que había visto en mi vida. Era ya la una de la madrugada del día siguiente y el paritorio era una fiesta: dos ginecólogas y cinco matronas aplaudiendo, haciéndonos fotos todos juntos, nos hicieron vídeos y fotos del nacimiento con el móvil de mi marido y nos dieron las gracias por haber sido tan especiales, por no haber perdido la sonrisa en todo el día y tener tan claro lo que quería. Incluso dejaron pasar a toda la familia a conocer a Daniela (en teoría sólo puede entrar una persona). Estaban orgullosas de haberme ayudado a conseguir MI PARTO NATURAL.

Tengo que agradecer al personal de La Plana su profesionalidad, cómo me dejaron dirigir mi parto, participar de él, tener el control en todo momento, lo bien que te lo explican todo y la paciencia que tuvieron de esperar todo un día conmigo siguiendo mis deseos sin perder la fe en mí y sin meterme a quirófano.

También quiero agradecerle a Consu sus consejos en Centre Lluna. Me hizo saber que no tengo que tener miedo, que mi cuerpo está preparado para dar a luz, a mantenerme tranquila y respirar bien, que las mujeres somos capaces de todo (mi marido aún no se explica de dónde sacamos las fuerzas en ese momento y son nuestros mayores admiradores), a tener el control sobre mi cuerpo, a estar preparada psicológicamente, a conectar con mi bebé y a saber que si realmente deseas algo puedes conseguirlo.

Espero que mi relato os de fuerzas y os sirva para perderle un poquito el miedo al parto. Aunque estuve casi todo un día, guardo un recuerdo precioso de ese momento, estoy orgullosa de mi misma y aún me emociono cuando veo las fotos y los vídeos de ese instante tan especial"

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