miércoles, 1 de enero de 2014

LOS DONES DEL CICLO MENSTRUAL

El ciclo femenino (sobre todo la menstruación como manifestación física) ha sido y sigue siendo objeto de tabú social desde tiempos remotos. En las culturas  matriarcales la conciencia imperante fue la femenina. El ciclo menstrual y el cuerpo de la mujer se consideraban sagrados. Eran sociedades organizadas, respetuosas y cuidadosas con el entorno, unidas a él,  y con unos valores de intuición, compasión, y fusión con la naturaleza.

Pero fueron conquistadas por la visión masculina agresiva, móvil, activa y guerrera, y se estableció en el planeta un periodo de predominio patriarcal que aun perdura con valores de tecnología, guerra, destrucción ecológica y sometimiento y discriminación de la mujer y la Naturaleza.

Durante los últimos cinco milenios, la civilización occidental ha descansado sobre esta mitología del patriarcado, y por supuesto nuestra visión del cuerpo femenino y el sistema médico también siguen leyes y creencias de orientación masculina.

La medicina alopática no trata nuestro cuerpo como algo holístico y tendente a la salud sino como órganos y piezas independientes. Hay un enfoque agresivo de la enfermedad. Las plantas y los remedios naturales se consideran inferiores a los fármacos y otras técnicas invasivas.
Creemos que el sistema nos va a mantener sanos. Se nos ha inculcado el mito de que los médicos saben más que nosotras sobre nuestro cuerpo y que ellos tienen siempre la respuesta.
Nuestra sociedad no alienta, no reconoce y no respeta nuestra capacidad para sanar o mantenernos sanas sin ayuda externa constante.

Esta denigración de nuestro cuerpo ha sido la causa de que muchas mujeres tengan miedo de sus procesos naturales o sientan repugnancia por ellos.Y este miedo ha favorecido la sumisión a la medicalización de las funciones naturales como menstruación, menopausia, parto, lactancia y crianza.

El ciclo menstrual se relaciona con la vergüenza y con la naturaleza oscura e incontrolable de las mujeres. Y el tabú asociado al ciclo menstrual sigue vigente hoy. Desatendemos nuestros sentimientos, intuición, espiritualidad y todas las experiencias de la vida que no se pueden juzgar con la parte racional de la mente o medir con los cinco sentidos, pero la guia de nuestro YO superior nos llega primero a través de nuestros sentimientos y la sabiduría de nuestro cuerpo, y no a través de la comprensión intelectual.

Y ese es precisamente el poder de la menstruación. Hay una estrecha relación entre el psiquismo de la mujer y el funcionamiento de los ovarios a través de las hormonas:
Antes de la ovulación estamos extrovertidas y animadas. Durante la ovulación estamos muy receptivas hacia los demás . Después de la ovulación estamos mas introvertidas y reflexivas.

En la antigüedad, fue a través de este estado alterado de conciencia de la menstruación que las chamanas, curanderas y más adelante las sacerdotisas, aportaron al mundo y a su propia comunidad su energía, claridad y conexión con lo divino. El papel de estas mujeres fue fuertemente reprimido por la religión patriarcal pero perduró de forma clandestina en la adivina o BRUJA como el último vinculo con las primitivas religiones matriarcales.
Lo que en el pasado se llamaba brujería eran muchas veces capacidades femeninas: entender el propio cuerpo y responsabilizarnos de la salud..

LA VERDAD SOBRE EL CICLO MENSTRUAL Y SUS DONES
El ciclo menstrual es lo más básico y terrenal que tenemos. La sangre es nuestra conexión con lo femenino arquetípico.La menstruacción es un prodigio biológico con efectos muy beneficiosos sobre el cuerpo femenino que la ciencia está descubriendo ahora.
La regla también actúa como un sistema de autolimpieza mensual que protege el aparato genital femenino, y los estrógenos refuerzan las defensas del organismo, aumentando la resistencia de los glóbulos blancos.
Pero a nivel psicológico, el ciclo menstrual rige la INFORMACION Y LA CREATIVIDAD. Recibimos y procesamos información de forma diferente en las distintas fases del ciclo.

La Doctora Northrup, divide las características del ciclo mentrual en dos fases.
1. FASE FOLICULAR: desde el comienzo de la menstruación hasta la ovulación.
Estamos madurando un óvulo y de forma simbólica preparándonos para crear otro ser.
La ovulación que ocurre a mitad del ciclo viene acompañada por un brusco aumento de la hormona foliculoestimulante y la hormona luteinizante. El aumento del nivel de estrógeno que acompaña esto se ha relacionado con un aumento de la actividad del hemisferio cerebral izquierdo y una disminución en el derecho.
En el plano de la iniciativa e ideas esta primera parte del ciclo es una muy buena época para iniciar nuevos proyectos. porque la ovulación representa la creatividad en su estado máximo. Muchas mujeres se encuentran con mucha energía extroverdida, animadas, llenas de entusiasmo e ideas. Somos fértiles en todos los sentidos.
En muchas mujeres el deseo sexual está en su apogeo a mitad del ciclo y nuestro cuerpo secreta en el aire hormonas que se asocian al atractivo sexual.




2. FASE LÚTEA: desde la ovulación hasta el comienzo de la menstruación.
Las semanas siguientes a la ovulación que conducen a la menstruación, es un período de evaluación y reflexión en que se contempla lo que se ha creado y los aspectos negativos o difíciles de nuestra vida que necesitamos cambiar o modificar.
Hay mujeres que en este momento prefieren hacer tareas rutinarias que no requieren demasiada atención.
En esta fase nos retiramos de la actividad exterior de modo natural y nos dedicamos más a la reflexión. Necesitamos tiempo para descansar y alejarnos de nuestros quehaceres diarios. Esto último no está bien visto, y por eso juzgamos malas e improductivas, la energía, emociones y la introversión propia de la fase premenstrual.
La mente y el cuerpo se ralentizan de algún modo y replegamos la energía hacia dentro por efecto de varias hormonas sobre todo la progesterona que prepara el útero por dentro para recibir el óvulo fecundado.
No hay que tener miedo a este periodo de oscuridad en que la fuerza vital y el ánimo disminuyen. Es tan necesario como el otoño para que la naturaleza resurja en primavera.
La fase lútea es cuando las mujeres están más sintonizadas con su saber interior, con lo que no funciona en su vida y con la capacidad de transformarlo. Está demostrado que los sueños son más frecuentes y mas gráficos durante la fases pre-menstrual y menstrual porque hay más acceso al inconsciente.

También hay evidencias científicas de que antes de la menstruación se activa más el hemisferio cerebral derecho, el relacionado con la intuición, y disminuye la actividad del izquierdo. Todos los sentidos se agudizan: los sonidos, los sabores, los olores, las sensaciones. Muchas mujeres tienen sus mejores ideas antes de la menstruación.

Muchas mujeres se sienten más conectadas con su dolor personal y el dolor del mundo y somos mas propensas a llorar. Antiguamente se respetaba muchísimo la capacidad para profetizar y comunicarse con los espíritus en esta fase. En muchas sociedades primitivas la mujer post-menstrual ostentaba el rango de adivina y hechicera. En la asamblea lunar de los indios americanos las mujeres que menstruaban se reunían para soñar juntas y salían inspiradas e inspiradoras para los demás.

La menstruación no es una molestia con el que nuestro sistema endocrino nos castiga cada mes. Tiene su función y además nos regala dones e información sobre nosotras, que tenemos que aprender a ver, reconocer y aprovechar. Cambiar la percepción de nuestro ciclo menstrual, cambiará la que tenemos de nosotras mismas, nos enriquecerá.


Será el regreso al reconocimiento por parte de la sociedad de las "brujas" o mujeres sabias que todas llevamos en nuestro interior.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.