La
danza del vientre es una de las más antiguas que se conocen. La inmensa
mayoría de nosotros, asocia esta danza con los países árabes, con los
harenes, con fiestas... y en realidad se desconoces que en su origen,
era una danza sabgrada utilizada ya en tiempos del matriarcado, en los
templos del antiguo Egipto, e incluso en rituales paganos.
En algunas culturas las mujeres movián sus caderas para concebir y parir mejor, y se habla incluso de partos "bailados".
La
verdad es que la danza del vientre ha acompañado siempre a la mujer, de
forma distinta, según las diversas etapas por las que ha ido pasando la
civilización, y ha permanecido en nuestra memoria colectiva a través de
los tiempos.
Hoy
en día la danza de vientre, es junto con el yoga y pilates, una de las
actividades que más ayuda a la mujer en la etapa del embarazo a
prepararse para el nacimiento de su bebé.
Mejora
la postura y proporciona un mayor control corporal, proporciona
bienestar, energía y mayor confianza, tanto física como mental, para
encarar el momento del parto.
Los beneficios son también para el bebé que se siente arrullado y mecido en el vientre de su mamá.
Al
ser un ejercicio aeróbico de bajo impacto, contribuye a mejorar la
condición cardiovascular, dando como resultado una mayor oxigenación,
mayor resistencia y flexibilidad.
Evidentemente
hay movimientos de esta danza que por su fuerza y brusquedad no son
recomendables, sobre todo en mujeres que no han practicado nunca este
tipo de danza y no están acostumbradas a ella, por eso es necesario, en
caso de estar embarazada confiar en una profesional cualificada en esta
materia que haya preparado y escogido los movimientos y las técnicas más
adecuadas y beneficiosas para esa etapa tan importante en la vida de
las mujeres. SU EMBARAZO.
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