domingo, 2 de noviembre de 2014

EL NACIMIENTO DE ABRAHAM

Bueno y aquí os dejo otro relato también muy especial. La mamá, Elena, quería tener a su pequeñín en casa. Lo había estado preparando todo durante meses. Su fortaleza, confianza, serenidad, alegría y determinación no dejaban lugar a ninguna duda. En clase animaba a las demás Mamis a vivir su embarazo y parto sin miedo. Ella había escogido parir en casa. Su hijo no nacería en un Hospital, y ella sabría lo que hacer en cada momento para que todo saliera bien. Y así fue, al final TODO SALIÓ BIEN, aunque la vida le tenía preparada una dura prueba...
Como ya le dije a Elena en su momento, no hay partos de primera ni partos de segunda en función de la manera de parir. Ella fue super valiente en todo el proceso, luchó por lo que quería mientras tuvo fuerzas, y al final escogió lo que pensó sería mejor para su bebé. 
Te doy infinitas gracias Elena por permitirme compartir tus sentimientos más íntimos en este Blog y te aseguro que, aunque las cosas no salieran como lo habías planeado, sigues siendo un ejemplo de fortaleza y determinación para todas nosotras.



Abraham nació el domingo 21 de septiembre. Pero nada salió como yo había visualizado tantas veces, el universo me tenía preparada otra experiencia, algo durilla... pero por algo será!

Empezamos en casa, con las matronas de Valencia, yo ya llevaba desde el viernes 19 con contracciones, sin dormir. Y ya el sábado por la tarde me pareció buen momento para que vinieran a apoyarme.
Mucha inquietud, movimiento, música, baños calientes y las contracciones in crescendo.  Por la noche la piscinita de partos y yo ya berreando como una jabata. Je je, de madrugada, pensaba en los vecinos, qué debían imaginarse los pobres....

Pero sobre las 5 de la mañana sentí que no podía más, que la cosa no progresaba. Intentaba visualizar a Abraham descendiendo y no lo conseguía. Y ya no soportaba más dolor. Pedí que me llevaran al hospital -yo, la "anti-hospitales"- y todos me decían que aguantara, que lo hacía muy bien. Ximo, mi pareja me decía, "venga 2 horitas más y si no sale, nos vamos". Y aún las aguanté, pero yo sentía que el nene no iba a poder salir...

Así que nos fuimos al general -porque está más cerca y tienen siempre epidural- Allí aún estuve 10 horas más en dilatación, aunque estaba muy dilatada, pero detectaron con las correas que con cada contracción al bebé le bajaban las pulsaciones.

Bueno, le hicieron pruebas horribles como la del ph. Yo me negaba a muchas cosas y por eso creo que me cogieron bastante manía, je je, pero me daba igual...estaba como poseída.

Al final vino un tipet que me presionó el vientre con el antebrazo de una manera que no me gustó nada y le dije: "oye, Kristeller ni hablar, eh?" y él, ofendidísimo dijo: "pues a cesárea" y en seguida se pusieron en marcha. Yo sentí miedo, pero prefería eso que me lo sacaran con ventosas y empujones.

Así que, al final, cesárea. Y cuando el nene salió, a las 16:44, una de las enfermeras dijo:"qué cordón más corto!" Con lo que el misterio quedó resuelto, por eso no podía salir de forma natural...

En fin, que muy largo y doloroso. Además en dos partes, una la antítesis de la otra.

He tardado bastante en comprender cómo pasó todo, entre el cuelgue del parto, el cansancio y al final la anestesia, ha sido muy surrealista.

Pero ya tengo a Abraham en mis brazos, es precioso y muy mamón -por lo menos la lactancia materna sí que ha funcionado- y yo me voy recuperando cada día un poquito más.

Pues nada guapa, ya no sé si iré a relataros un día esta odisea porque igual asusto a las mamis luna. Yo quería contaros otra peli, pero así es la vida!

Muchos besitos
Gracias por todo
Elena

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